Hasta un 35% de los adultos jóvenes mexicanos pueden tener una predisposición genética a la obesidad, según un científico de la Universidad de Illinois que llevó a cabo un estudio en la Universidad Autónoma de San Luis Potosί.
Los estudiantes que heredaron los factores de riesgo genético de ambos padres eran ya 7 kg más pesados y 5 cm más grandes alrededor de la cintura que aquellos que no lo había hecho. También tenían niveles de glucosa en ayunas ligeramente más altos.
De los jóvenes adultos analizados en el estudio, 15% había heredado el riesgo genético de ambos padres, en otras palabras, llevaban dos copias del alelo de riesgo. Otro 20% había heredado el riesgo de uno de los padres, lo que significa que tenían una copia del alelo de riesgo. 65% de los estudiantes en el estudio no realizó el alelo de riesgo.
Este es el primer estudio para orientar los adultos jóvenes en México, aunque otro estudio ha seguido a los adultos mayores mexicanos que ya habían sido diagnosticados con diabetes, la obesidad y las enfermedades relacionadas con la obesidad. Los científicos plantean la hipótesis de que los genes de “grasa” pueden ser influenciados por modificaciones epigenéticas. Así que incluso si se tiene esta predisposición, se puede ser capaz de cambiar la forma en que esos genes se comportan al comer los alimentos adecuados y hacer más ejercicio. Los buenos hábitos son especialmente importantes para los jóvenes que tienen un riesgo genético de la obesidad.
El genotipo FTO se asocia con un índice de masa corporal y con la circunferencia de la cintura en los adultos jóvenes mexicanos.